Al correr, lo mejor es tomárselo con calma, sugiere un estudio. Apenas una hora o dos por semana ofrecen un beneficio de longevidad, plantea un investigador.
Correr lentamente un poco es bueno para la salud, afirman los investigadores, pero correr rápido y mucho quizá no lo sea.
El ejercicio de la longevidad
El ejercicio más favorable para mejorar la longevidad, según este estudio, es correr entre 1 y 2,4 horas por semana, sin correr más de tres días por semana, dijo el investigador del estudio, Jacob Marott, del Hospital Frederiksberg en Copenhague, Dinamarca. Además a una velocidad de unos 8 km por hora, que es un paso bastante lento añadió.
De un grupo de unos 5,000 daneses adultos sanos, Marott y sus colaboradores siguieron a casi 1,100 corredores sanos y a 413 personas sedentarias durante más de 12 años. Los corredores anotaron las horas y la frecuencia con la que corrían, y su percepción de su ritmo.
Los investigadores encontraron que los corredores que hacían un ejercicio intenso fueron igual de propensos a morir durante ese periodo que los no corredores sedentarios. A los corredores ligeros y moderados les fue mejor, en ese orden, encontró el equipo de Marott.
¿Qué podría hacer daño de correr de forma vigorosa?
"Creemos que el ejercicio de resistencia extenuante a largo plazo podría inducir una remodelación estructural patológica en el corazón y en las arterias grandes", planteó Marott.
Pero otros investigadores de EE. UU. han dicho que el debate sobre la dosis óptima de correr para la longevidad dista mucho de estar resuelta.
El nuevo estudio tiene limitaciones, apuntó D.C. (Duck-chul) Lee, profesor asistente de quinesiología de la Universidad Estatal de Iowa y coautor de un editorial que acompaña al estudio.
En el estudio del mismo Lee con 55,000 adultos, entre ellos más de 13,000 corredores, encontró un riesgo más bajo de muerte durante el periodo de seguimiento entre los corredores con la duración y la frecuencia de correr más altas, de casi tres horas a la semana y al menos seis veces por semana, en comparación con los no corredores. Ese estudio se publicó en 2014, también en la Journal of the American College of Cardiology.
En el estudio de Copenhague, los mismos corredores reportaron su ritmo. Incluso los que corrían con lentitud hacían un ejercicio vigoroso, dijeron los investigadores.
"El ritmo reportado no fue un ritmo absoluto en kilómetros por hora, sino la percepción del ritmo como lento, promedio o rápido de los propios sujetos", explicó Marott. Dijo que eso es más apropiado que una escala absoluta cuando el rango de edad es tan amplio como en su estudio (de 20 a 95 años). Pero en general, un ritmo lento o promedio era de unos 8 km por hora o unos 1.6 km en doce minutos, y el ritmo rápido era de 11.3 km por hora o 1,6 km. en ocho minutos, comentó.
Los investigadores tampoco observaron a los más de 3,500 no corredores activos que hacían otros tipos de ejercicio, señaló Lee. Los investigadores solo observaron la muerte por todas las causas, comentó, en lugar de observar si correr grandes distancias durante mucho tiempo afectaba a ciertas causas de muerte, lo que podría haber provisto una información más específica sobre los daños potenciales.
"[Correr] más quizá solo sea peor para las enfermedades cardiovasculares", planteó.
En otras evaluaciones sobre los efectos de correr y las tasas de mortalidad, el grupo de Lee halló que la muerte por todas las causas era más baja en los corredores en comparación con los no corredores, independientemente de qué tanto corrían, pero hubo una tendencia ligera a un beneficio más bajo con unas dosis más altas en comparación con unas dosis más bajas.
Lee señaló que la buena noticia del estudio es que los investigadores encontraron un beneficio incluso en correr menos de una hora por semana, o incluso solo una vez por semana, en comparación con no correr en lo absoluto. Quizá eso motive a las personas sedentarias a moverse, dijo.
Aunque el estudio de Marott y colaboradores halló una asociación entre trotar de forma ligera y unas mejores tasas de supervivencia, no probó causalidad.
Conclusión
"Básicamente, el estudio sigue mostrando que una opción mucho mejor es recetar correr de alguna forma como parte de un estilo de vida saludable, y que la conducta sedentaria no es una receta para la salud y la mortalidad a largo plazo", aseguró Dave Watt, director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Corredores (American Running Association) y de la Asociación Americana de Medicina Deportiva (American Medical Athletic Association).
Con esto último nos debemos de quedar. Hay que hacer ejercicio aunque sea poco. Cada vez vez más las investigaciones irán aclarando cual es la cantidad de ejercicio más favorable pero hasta entonces lo que hay que hacer es moverse más.
Dra. María Lorena Vela - Directora de Investigación en el Balneario de Cofrentes