Los carbohidratos complejos están hechos de moléculas de azúcar que se extienden juntas en complejas cadenas largas. Dichos carbohidratos se encuentran en alimentos tales como guisantes, judías, granos enteros y hortalizas.
Carbohidratos y glucosa
Tanto los carbohidratos complejos como los carbohidratos simples se convierten en glucosa en el cuerpo y son usados como energía. La glucosa es usada en las células del cuerpo y del cerebro y la que no se utiliza se almacena en el hígado y los músculos como glucógeno para su uso posterior. Los alimentos que contienen carbohidratos complejos suministran vitaminas y minerales que son importantes para la salud de una persona.
La mayoría de la ingesta de carbohidratos debe provenir de los carbohidratos complejos (almidones) y azúcares naturales en lugar de azúcares procesados y refinados.
Carbohidratos y salud
Además de proporcionar energía, los carbohidratos complejos desempeñan un papel fundamental en la salud general del cuerpo humano. Al ser digeridos lentamente, estos alimentos ayudan a mantener niveles estables de azúcar en sangre, evitando los picos y caídas repentinas que pueden afectar el estado de ánimo y la energía. Además, su contenido de fibra contribuye a la salud digestiva al promover la regularidad intestinal y prevenir problemas como el estreñimiento.
Los alimentos ricos en carbohidratos complejos, como los granos enteros y las legumbres, también son una excelente fuente de vitaminas del complejo B, hierro y otros minerales esenciales. Estos nutrientes son cruciales para el funcionamiento óptimo del sistema nervioso, la producción de energía y la formación de glóbulos rojos.
En resumen
En resumen, al elegir fuentes de carbohidratos complejos en nuestra dieta diaria, no solo estamos proporcionando a nuestro cuerpo la energía que necesita, sino también una amplia gama de nutrientes esenciales para mantenernos saludables y llenos de vitalidad.
Dr. Miguel Ángel Fernández Toran - Director Médico del Balneario de Cofrentes