Sabemos que la piel y el sistema nervioso tienen el mismo origen embriológico y comparten neuromoduladores que transportan la información interna. Por eso las emociones también se expresan en la piel debido a ese origen común. Un estado de estrés se pone la piel roja, se calienta, como cuando sentimos vergüenza o ira. Ante el miedo la piel palidece. Ante la alegría y la felicidad, la piel está radiante.
El bienestar es el equilibrio entre el exterior y el interior por esto es que el proceso puede circular a la inversa. Los problemas en la piel, que comprometen la autoimagen, pueden acabar produciendo tristeza o depresión.
Las endorfinas y la piel
Hay una conexión bidireccional entre el cerebro y la piel, que es capaz de modular el estado emocional de una persona, además de influenciar en el proceso de envejecimiento cutáneo y ser determinante en el desarrollo de diferentes condiciones de la piel. En este eje cerebro-piel tienen un papel especialmente importante las endorfinas.
Las endorfinas, son moléculas directamente implicadas en nuestro estado emocional, ya que generan una respuesta de bienestar y relajación. Lo interesante es que estas moléculas son liberadas tanto por el sistema nervioso, como por las células cutáneas, y es así como la piel puede influir en el estado de ánimo de una persona
Conexión entre el cerebro y la piel
El proceso de envejecimiento de la piel o skin-aging también puede ser modulado a través de esta conexión entre la piel y el cerebro. Se ha visto cómo diferentes neurotransmisores pueden actuar sobre los fibroblastos, que son las principales células cutáneas implicadas en el mantenimiento de las estructuras de la dermis, activando la síntesis de colágeno y elastina.
Determinados factores pueden estimular la producción de estos “ladrillos de la Piel”, que están directamente implicados en la pérdida de la firmeza y la elasticidad de la piel. Existen muchas moléculas que pueden actuar de esta forma, entre las cuales se encuentra la oxitocina. Este neuropéptido tiene múltiples efectos beneficiosos sobre nuestro organismo, y recientes estudios incluyen también la atenuación del envejecimiento cutáneo, demostrando como esta molécula es anti-edad.
Enemigos de la oxitocina y endorfinas
A esta altura te estarás preguntando que factores o que acciones pueden producir de secreción de endorfina y de oxitocina, hay investigaciones que involucran directamente a la práctica de la meditación y del mindfulness que han demostrado reducir el stress, la depresión, el burnout y la ansiedad.
Estos últimos actores son enemigos de las endorfinas y la oxitocina. No solo el envejecimiento de la piel tiene relación con el stress, hay muchas afecciones cutáneas tienen una causa emocional y pueden beneficiarse de la meditación no solo para mejorar los síntomas, sino también para mejorar las emociones que a veces desencadena una condición de la piel, como lo es el stress o la ansiedad.
La activación del sistema nervioso parasimpático, promueve los procesos de reparación y curación . Esto se produce naturalmente durante la Meditación o la práctica de Mindfulness nuestras ondas cerebrales descienden a alpha o theta en estado de vigilia. Este estado se puede lograr naturalmente cuando estamos relajados, mirando una película, leyendo un libro o inmersos en un pensamiento placentero.
¿La meditación puede beneficiar a la piel?
¡¡Si!! La meditación promueven la reparación y la curación, y sus beneficios pueden aplicarse en Dermatología. Y sobre todo se corta un círculo vicioso las practicas que calman la mente disminuyen síntomas en la piel de enfermedades como la psoriasis, la dermatitis y el acné. Y a su vez hay condiciones de la piel que influyen en nuestra mente pero logrando controlar nuestros pensamientos logramos que el stress, la depresión y ansiedad que nos pueden generar estas condiciones no se apropien de nuestro ser.
El bienestar integral es un trabajo diario y adoptando todos estos consejos se verán reflejados en tu piel.
Dra. María Lorena Vela - Directora de Investigación en el Balneario de Cofrentes