Un estudio internacional identificada la enfermedad de Alzheimer como la segunda enfermedad más temida, detrás del cáncer. No es de extrañar.
¿Qué es el Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por un daño progresivo a las células nerviosas y sus conexiones. El resultado es devastador e incluye la pérdida de memoria, dificultad para pensar, dificultades con la comunicación verbal, e incluso cambios de personalidad. Una persona con enfermedad de Alzheimer puede vivir en cualquier lugar de dos a 20 años después del diagnóstico. Esos años se gastan en un estado cada vez más dependiente que se cobra un alto peaje emocional, físico y económico en las familias.
Varios factores influyen en la probabilidad de que desarrolle la enfermedad de Alzheimer. Algunos de ellos no se puede controlar, como la edad, el sexo y los antecedentes familiares. Pero hay cosas que usted puede hacer para ayudar a reducir el riesgo. Como resultado, los pilares de un estilo de vida saludable - ejercicio, controlar su peso, y comer bien - parecen reducir el riesgo de Alzheimer.
5 pasos para reducir el riesgo de Alzheimer
Si bien todavía no hay una prevención primaria que garantice un éxito seguro para prevenir la enfermedad de Alzheimer, siguiendo los cinco pasos que se proponen usted puede reducir su riesgo de esta enfermedad y mejorar su salud en general también.
Mantenga un peso saludable. Reduzca el consumo de calorías y aumentar la actividad física si usted necesita para perder algunos kilos.
Revise el diámetro de su cintura. Para medir con precisión su cintura, utilice una cinta métrica alrededor de la parte más estrecha de la cintura (por lo general a la altura del ombligo y costilla). La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece el valor máximo saludable del perímetro abdominal en 88 centímetros en la mujer, mientras que en el hombre el valor es de 102 centímetros.
Comer conscientemente. Incrementar las verduras y frutas con colores pues tiene más vitamina; granos enteros; fuentes de proteínas como pescado, pollo sin grasa, tofu, judías y otras legumbres; e incorpore más grasas saludables como el aceite de oliva. Reduzca el consumo de calorías innecesarias de dulces, refrescos, cereales refinados como el pan blanco o arroz blanco, las grasas no saludables, fritos y comidas rápidas y bocadillos sin sentido. Mantenga una estrecha vigilancia sobre los tamaños de las porciones, también.
Haga ejercicio regularmente. Este simple paso hace grandes cosas para su cuerpo. La actividad física regular ayuda a controlar el peso, la presión arterial, azúcar en la sangre y el colesterol. El ejercicio moderado a vigoroso aeróbico (caminar, nadar, andar en bicicleta, etc.) también puede ayudar a reducir la grasa corporal total y la grasa abdominal con el tiempo. Trate de 2 1/2 a 5 horas semanales de caminar a paso ligero (a un ritmo de 5-6 km/h). O pruebe un ejercicio vigoroso, como correr (7 km/h) durante la mitad de ese tiempo.
Mantenga un control sobre los parámetros de salud más importantes. Además de ver su peso y la cintura, pregunte a su médico si su colesterol, los triglicéridos, la presión arterial y azúcar en la sangre están dentro de los rangos saludables. El ejercicio, pérdida de peso, si es necesario, y los medicamentos (si es necesario) pueden ayudar a mantener estos parámetros dentro del objetivo a alcanzar.
Fuente: Escuela de Medicina de Harvard
Dra. María Lorena Vela - Directora de Investigación en el Balneario de Cofrentes